SEP 10 2021
El reflujo gastroesofágico es una afección del sistema digestivo en la que el contenido del estómago vuelve hacia el esófago. Este retorno puede provocar irritación y causar acidez gástrica, entre otros síntomas. En una situación normal, el alimento pasa desde la garganta hasta el estómago a través del esófago. Un anillo de fibras musculares en la parte inferior del esófago, llamado cardias, impide que el alimento deglutido vuelva a subir.
No obstante, cuando se padece reflujo gastroesofágico, el anillo muscular no se cierra adecuadamente, provocando que los contenidos del estómago puedan volver hacia el esófago. Existen una serie de recomendaciones para evitar o disminuir este fenómeno. En primer lugar, es importante tener en cuenta la alimentación. Existen alimentos que pueden provocar que el reflujo sea mayor y más molesto. Entre los alimentos a evitar o disminuir el consumo, están:
Las dietas diseñadas para evitar el reflujo son fáciles de seguir, ya que en ellas se pueden incluir todos los grupos de alimentos, teniendo en cuenta las restricciones anteriores. Existen alimentos cuyo incremento en la frecuencia de consumo es interesante para mitigar el reflujo, como es el caso de los lácteos desnatados (leche, yogur, queso fresco, etc.).
Dentro de las frutas más aconsejables están las manzanas, los melones, las fresas, los plátanos y las peras. Las carnes que mejor resultado tienen en caso de reflujo son aquellas con baja proporción grasa, como el pollo y el pavo. El pescado, especialmente los pescados blancos (pescadilla, merluza, bacalao, gallo etc.), es fundamental para aumentar las probabilidades de éxito del plan dietético. Sería también recomendable promover el consumo de bebidas descafeinadas, jugos que no sean cítricos y agua. En personas, que no toleren las frutas cítricas, habría que valorar la suplementación de ciertas vitaminas como la C.
Otras recomendaciones útiles para evitar los síntomas del reflujo son: